2019

Letra Nº18

Editorial

Des(a)mor

Blanca Medina de Toro
Directora de Letras

DES(a)MOR, amor, odio e indiferencia, pasiones del ser que Lacan aborda por el lado de la ignorancia, apuntando a su relación con el saber. Los afectos son los efectos del lenguaje sobre el cuerpo, pero la pulsión no es el cuerpo sino que se articula a través de sus agujeros. En estos agujeros pulsionales Lacan ubica el pequeño a viniendo a dibujar un trayecto en torno a ellos. 

Los agujeros señalan una pérdida al tiempo que empujan a una imposible recuperación de goce. Las marcas del lenguaje sobre el cuerpo afectan de manera singular a cada  ser hablante orientando su modo de gozar. 

La pulsión no odia ni ama, solo se satisface. Se nutre del amor y del odio, odio que es primero que el amor, como afecto fundamental en relación al Otro. Rosa López señala que, cuando un sujeto está anudado por la pasión del odio, el peor destino del amor es su ausencia.

El rechazo estructural del mundo exterior, que no se reconoce como propio, dibuja el interior de un goce inasimilable que va a constituirse para el sujeto en lo más propio y, al tiempo, en lo más extraño. Es la pura ignorancia la que convierte el amor en odio. Como plantea Miriam Chorne, desconocer o no querer saber nada de ese goce que a cada uno lo habita puede llevar al odio más feroz; odio de sí mismo, odio del otro y de lo Otro. Ignorancia alojada en la impostura de las identificaciones y que el analista en posición irónica señala, como trae Beatriz García.

Si bien el amor puede darse de manera contingente como velo, el odio apunta a lo más singular del goce. Por tanto, el goce de lo Otro, extraño al sujeto en su radical diferencia, puede funcionar como límite al amor.

Para salir de la ignorancia que entraña el odio no se puede confiar solo en el amor.

El amor de transferencia precisa de un deseo de saber, sobre la base de lo no sabido, que anudado a la interpretación ponga en vilo el no querer saber que va ligado al goce, plantea Toni Vicens en la conferencia que aquí recogemos.

Amor y odio sostienen al Otro, pero ¿cómo pensar la pasión de la furia en la infancia?, se pregunta Silvia Bermúdez, cuando la metáfora del amor no se ha constituido.

Mercedes de Francisco en su texto propone una amistad entre mujeres que no se sostenga en pasiones estériles, sino que, a partir de la pregunta por lo femenino, pueda incluir el respeto a la singularidad. 

Contamos con María Navarro, en el nudo psicoanálisis y poesía. El amor velando lo imposible, nombrándolo e interrogándolo incluso como exponente de fragilidades vertiginosas. Pero si en el discurso capitalista el amor no tiene más lugar que el de ser mercancía consumible, ¿qué versión del amor en los tiempos del porno? Este es el tema sobre el que escribe José Ramón Ubieto.

Tras el velo del amor y más allá de la pasión de la ignorancia y de las ficciones de la verdad, los Analistas de nuestra Escuela testimonian de la radicalidad que supone enfrentarse al propio goce. Oscar Ventura, Aurèlie Pfauwadel, Raquel Cors y Patricia Tassara, cada uno de ellos a su manera, nos enseñan acerca de sus hallazgos e invenciones en torno al amor, el odio, lo femenino y el sinthome. 

En Letras en la ciudad, lugar de búsqueda de un encuentro con otros discursos se dan cita: el amor como imposible en el cine, con Mirta García Iglesias; Amor, desamor y poesía con los poemas de Virginia García Falagán y Mónica Unterberger conversa con Angiola Buonanni artista que presenta su obra actualmente en nuestra sede.

Constanza Meyer nos muestra la necesaria sutileza para entablar un diálogo, con otros discursos, sobre las formas contemporáneas del lazo amoroso.  

El interesante trabajo de Sergi Álvarez Riosalido nos invita a pensar en la compleja relación entre amor y destrucción. 

Buena lectura a todos los que se acercan con pasión a leer estos textos.